lunes, 4 de mayo de 2009

El falso, ese gran desconocido


Hola, queridos lectores, ahora mismo me siento feliz y tranquilo, acabo de soltarme a tope, y he tirado toda la "mierda" que tenía dentro de mí. No creo que me dé cargo de conciencia por haber hecho lo que he hecho, después de todo no he hecho nada malo, Gentrhon siempre dice: "Las personas falsas temen la verdad", y lo he verificado. Primero, me gustaría que observarais ésta definición de la RAE: falso, sa.

(Del lat. falsus).

1. adj. Engañoso, fingido, simulado, falto de ley, de realidad o de veracidad.

2. adj. Incierto y contrario a la verdad. Citas falsas. Argumentos falsos. U. t. c. s.

3. adj. Dicho de una persona: Que falsea o miente.



Algo semejante a esto ha ocurrido, cuando una persona no puede soportar más la presión de una situación angustiosa busca por todos los medios salir de ése agujero, del que ha quedado atrapado. Las personas normales sólo pueden ver el lado, digámosle "caliente" de una persona. Todas las personas poseen un lado frío y otro lado caliente, aunque alguna gente tenga más desarrollado uno que otro.
No vamos a seguir siguiéndole el juego a esas personas falsas que no tiene nada que hacer, sólo manejar marionetas que les "limpien el culo". Señores, aunque no lo creamos ya somos suficientemente grandecitos, como para saber lo que nos conviene. No podemos hacernos "amigos" de una persona, la cual nos estará criticando a las espaldas. Eso debemos notarlo con nuestra cabeza, y no esforzarnos por juntar el blanco y el negro en un arco iris, que no se puede. Una última cosa, los falsos no creen serlo, designan falsos a las personas que les acusan. Me despido de vosotros con una sonrisa (pero de las de verdad).

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