lunes, 30 de marzo de 2009
De compras con mamá
Otra vez lunes, mi blog, hoy, cumple una semana, una semana llena de entradas, y llena de opiniones. Quiero decir que me siento orgulloso de mi blog, ya que con un fondo, y música, ya parece una web, de verdad. Bien, una vez soltado lo contento que estoy de mi blogger, empezaré con mi entrada. Debo decir que ésta(s) última(s) entrada(s) ha(n) tenido un gran valor sentimental para mí, así que ésta vez generalizaré un poco, opinando sobre un tema "ridículo", pero que a todos (al menos a los chicos), odiamos a muerte, "ir de compras con nuestra madre". Seamos honestos, es un coñazo. No creo que sea fácil elegir ropa, pero ya que vamos a comprar, nos agradaría que fuera de nuestro gusto, porque una madre no atiende a escuchas ajenas. Ésta seria más o menos la conversación de una madre con su hijo a la hora de comprar ropa:
-Cariño, ¿cual te gusta más?
-Mmm... Ninguna
-¿Cómo que ninguna? Alguna debe gustarte.
-Bueno, pues ésta misma.
-¿Ésa? A mí me gusta más aquella.
-Entonces ¿para que preguntas?. No, quiero ésta.
-Bueno, tú pruébate la que yo te he cogido y después me dices
-Buff...
Después de una gran discusión acabas admitiendo: -Sí, mamá, ésta me encanta,, vamos, vamos. -¿Ves? Te lo dije. En realidad, odias ésa camisa, pero para salir de la tienda de una vez por todas, acabas dándole la razón. Cuando llegues a casa, ésa camisa se guardará en el armario y no se sacará nunca más,Pero en un rincón, en la caja de embalar, para que cuando tu madre haga limpieza general, tú hayas crecido lo suficiente para pasarle ésa camisa a tu hermano...
Gracias mamá
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