Hasta Que Apareciste...

Con tu pesar en mis manos, lo reduje a simples cenizas que volarán hacia mis pupilas y tú estarás presente para volver a expulsar todo desprecio, todo mal.
Alguien así, puedo hacer algo semejante. Sin embargo, si supiera quién fue esa gran persona, no la reconocería: sus pasos, su voz, su boca,... Jamás recordaré a otra criatura más despierta y bella que sobreviva a este mundo.
La melancolía tuvo la culpa de desgracias repentinas: persuasiones, risas, verdades y algo más allá de la confianza.¡No, ahora no será el único!
Tú, el que está sentado en este momento a mi lado, supo corresponderme como no hizo el primero. Tú, el que me conduce hacia fuentes tranquilas, prohibiste por encima de todo, el temor que invadía mi ser, porque, serías mi camino hacia la luz.
El amor que creí provechoso en un principio, no sería el que me llena con momentos alternos, si no el que me hace ver el viento levantarse y bostezar al poderoso sol. Es si no tú, el cual un día sin más, me cogiste de la mano y caminamos juntos hasta desvanecerse la niebla tumbada a mis pies.
Aun siendo tan duro conocer la realidad cuando está delante sin saber como afrontar palabras que descifren tal decepción, apareciste justamente en el último soplo de mi corazón.
La alegría, escapando de mi alma sin apenas explicar el por qué de su huida, me envolvía en frío, sin intensidad ni color...¿Acaso estoy condenada a cumplir mi usura?
Me llevo paz, me llevo valor para romper cadenas que encierren a mi propia mente. Me libraste sin pensar, sin importarte el nivel de las consecuencias. Enjaulaste el llanto, los cristales rotos, abrazaste el calor.
Agarré la temblorosa mano que me arropaba. Supe, que en realidad, formabas siempre parte de mi; serías mi rosa de los vientos, mi amigo, mi fiel compañero... como aquel que acompaña la melodía hacia un glamouroso recital...
Escribiré en papel gruché el perfil de tu sentimiento, dentro de un libro capaz de ser lozano al tiempo. Enviaré de un plumazo cada lenguaje, expresión y letra tan sólo para que regrese convertida en pura pasión.