viernes, 19 de agosto de 2011

Sol


Cada día que transcurre, y cada noche que consigo conciliar el sueño, es una menos que tengo que sentir. Sentir sentimientos como balas perforando mi cerebro, sólo el cerebro mientras miles de canciones continúan retumbando en mi mente, por la cuál ha trascurrido más de un momento de desesperación. Muchas veces he llegado a odiar los sentimientos o a amarlos, algo extraño, desarrollar sentimientos hacia los sentimientos, suena paradójico, pero quieras o no, algo siempre sobresale. Alguien dijo que cuando te enamoras caes a un pozo, pozo que no entiende de formalidades ni personas, del que cuesta trabajo salir. Hay gente que cuando cae permanece dentro, porque ahí se siente feliz, hay gente que consigue salir y desearía haberse quedado, otros se quedan en él porque no encuentran la salida o no se sienten capaces de escapar, hay personas que alocadamente están buscando un pozo al que arrojarse, y otros están deseando salir de uno para saltar a otro.
Una hora más dentro de mi poco, sentado frente al reloj del corazón que nunca dejó de latir por mí, que siempre estuvo a mi lado en las filas de la batalla más ardua que nadie pueda combatir y vencer. Siempre me protegió, como custodia las puertas de una vida que aún siguen abiertas, pudiendo cerrarse en el peor momento, pero cuando se cierren podré distinguir la luz de su dulce cara, como ella consigue ver mi corazón de la forma más noble. Pero yo decepcionando, sigo en el fondo del pozo, mirando hacia la luz, traiciono todo lo que sé, jodo todo lo que toco, rompo y sigo igual de masoquista. No formaré parte de la codicia del ser humano, soberbia que tarde o temprano me destruirá por dentro, y mientras aprieto los dientes, y ando sobre mis pies, no dejo de pensar que es lo adecuado.
En el oscuro atardecer de mi porqué, cuento la historia de la razón que nunca debió existir. En cuanto a mi alma, sin mortal, como estatua de cera derretida en nuestro altar, el de mis sueños, que forjé en mi corazón, viendo como a mi paso todo termina al despertar...
Sol, ¿ y si tú fueras el sol al que cubre la Nube?

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