Alguna vez siento que ardo, ardo en ganas de hacer algo, que en realidad ni siquiera puedo, porque no sé ni de qué se trata. Mientras despierto una mañana, tarde, empapado en sudor, recordando todo lo que fui, y qué es lo que puedo hacer para mejorar, cada día de mi vida, que pude haberlo hecho mejor. Cada error, cada golpe egoísta, que nos arrastra un poco más cerca del infierno. Cuando las estrellas se consumen con el oscuro cielo. No puedes quedarte mirando como tu alma se derrite por dentro en un impulso fugaz, por alcanzar la vida que merecías y que no pudiste alcanzar. Algunas personas mueren con su música todavía en ellos, con demasiada frecuencia es porque siempre se están preparando para vivir, y antes de que se den cuenta su vida ya ha pasado. Sería yo una de esas personas, siéndolo durante todo este tiempo, permaneciendo al filo de lo infinito, con mi fuego consumiéndose, chispa a chispa en cada remoto lugar del océano de preguntas, del "no es momento", de ninguna respuesta más. A veces viendo como tus sueños son coartados por circunstancia que ni de lejos podrías controlar.
No ser nadie más que tu mismo en un mundo que día y noche hace lo posible por convertirte en otra persona significa pelear la batalla más ardua que cualquier ser humano puede pelear y nunca dejar de luchar.
Tú ves lo que ellos nunca ven. Conóceme, sigo aquí por ti.
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