Un verano más termina, una nueva etapa empieza. Sí, resulta frustante volver al instituto, nadie tiene ganas de estudiar, y los profesores no son muy buenos que digamos, pero tengo el consuelo de que estarán los compañeros de hace tres meses y que dentro de otros nueve meses me espera otro verano. Este verano se me ha pasado bastante rápido, aunque he hecho varias cosas, he descubierto que París es preciosa, aunque está llena de pordioseros, y he podido volver a la infancia durante unos días, (aunque sigo pensando que Mickey Mouse es tan sólo un pobre hombre debajo de un disfraz de ratón), etc, etc. Y bueno, el instituto sigue siendo de piedra y mi cabeza de ideas. Y lo que comenzó siendo un blog informativo poco a poco se fue conviertiendo en un reflejo de mis sentimientos. Me despido de vosotros. Sólo espero que este curso no sea tan complicado como el anterior, y no me refiero a los estudios...